Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2024: preparémonos para lo imprevisto

Salud 07 de junio de 2024 Yerandi Santana Yerandi Santana
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Las enfermedades transmitidas por los alimentos no solo representan un desafío para la salud individual, sino que también obstaculizan el desarrollo socioeconómico de la Región, ejercen presión sobre los sistemas de salud, y perjudican al comercio y al turismo.  En las Américas, las pérdidas anuales por productividad asociadas a las enfermedades transmitidas por alimentos se estiman en 7.4 mil millones de dólares.

La ingesta de alimentos contaminados por bacterias nocivas, parásitos, contaminantes químicos y biotoxinas puede desencadenar un amplio grupo de enfermedades que van desde la diarrea hasta el cáncer.

El objetivo del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos es sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención, la detección y la gestión de riesgos en los alimentos promoviendo debates, soluciones y formas de mejorar la salud humana, el comercio, la agricultura y el desarrollo sostenible. Esta fecha sirve además para reconocer los esfuerzos de aquellos que garantizan la inocuidad de los alimentos, incorporar la inocuidad alimentaria a la agenda pública y para reducir la carga que representan las enfermedades transmitidas por los alimentos a nivel mundial.

 El fortalecimiento de la capacidad reguladora de los sistemas alimentarios es fundamental para minimizar los riesgos y preservar la confianza en el suministro de alimentos, a través del desarrollo de sistemas alimentarios resilientes y sostenibles que incluyan la colaboración multisectorial y la preparación de planes de contingencia claros. Es necesario además desarrollar sistemas de detección y alerta temprana que aseguren la vigilancia y el control de posibles brotes, así como promover una comunicación efectiva de los riesgos asociados a la inocuidad alimentaria.

"Preparémonos para lo imprevisto" es el tema escogido este año por el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos. En ese sentido, todos los actores deben cumplir un rol esencial en la prevención de peligros alimentarios desde el campo a la mesa, tanto a nivel individual, organizacional como a nivel de gobiernos en el manejo de riesgos alimentarios, en acciones de prevención y en la aplicación de buenas prácticas que fortalezcan nuestras capacidades para enfrentar lo imprevisto.

En América Latina y el Caribe, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a través de sus acciones de cooperación técnica en inocuidad de los alimentos, coordinadas por el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria (PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS), trabaja de forma continua con los países de la región para fortalecer sus sistemas de control de alimentos a través de sus cinco pilares: normas y regulaciones; educación, comunicación, vigilancia y control.

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