Científicas contribuyen a desafíos mundiales como cáncer o diabetes

Ciencia y Tecnología13 de junio de 2024Yerandi SantanaYerandi Santana
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Cinco científicas excepcionales de cinco regiones del mundo, África y los Estados Árabes; Asia y el Pacífico; Europa; América Latina y el Caribe; y América del Norte, fueron galardonadas con los Premios Internacionales L’Oréal-UNESCO For Women in Science 2024. Ellas son: La profesora Rose Leke, inmunóloga; la genetista, Nada Jabado; la profesora Nieng Yan, bióloga estructural; Geneviève Almouzni, bióloga molecular; y la bioquímica Alicia Kowaltowski.

Todas ellas destacan por sus contribuciones pioneras en las ciencias de la vida y del medio ambiente. No sólo han avanzado significativamente en la lucha contra enfermedades globales como el cáncer, la malaria, y la diabetes, sino que también son inspiración para otras mujeres.

Esto es fundamental ya que, según datos de la UNESCO, hoy las mujeres siguen representando sólo uno de cada tres investigadores a nivel mundial (33%) y sólo una cuarta parte de los puestos de liderazgo científico están ocupados por mujeres, esto apenas en Europa; además, desde la creación de los Premios Nobel de Ciencia en 1901, sólo 25 mujeres han sido galardonadas.

Como lo menciona Alexandra Palt, directora ejecutiva de la Fundación L'Oréal, "un futuro sostenible para la humanidad depende de la igualdad real entre hombres y mujeres”, por ello han decidido inspirar a la próxima generación de investigadoras con estos premios internacionales desde hace 26 años.

Las galardonadas de esta edición han sido seleccionadas entre 350 candidatas de todo el mundo por un jurado internacional independiente presidido por la profesora Brigitte L. Kieffer, directora de investigación del Instituto de Investigación Inserm y miembro de la Academia Francesa de Ciencias.

La ciencia en AL y Caribe
El Economista conversó con la profesora Alicia Kowaltowski, laureada por América Latina y el Caribe, por su contribución fundamental a la biología de las mitocondrias, conocidas como "la principal fuente de energía de la célula, actuando como sus baterías". Su trabajo ha sido fundamental para la comprensión de las implicaciones del metabolismo energético en las enfermedades crónicas, como la obesidad y la diabetes, así como en el envejecimiento. Su destacada contribución como investigadora y mentora, así como su defensa de la ciencia en América Latina y su difusión al público, son una inspiración para las jóvenes científicas especialmente en Brasil, donde ella radica.

“Ha sido muy divertida esta aventura, estoy aquí en París, todavía en una habitación de hotel después de la ceremonia de premiación. Para mí fue emocionante conocer a mujeres tan increíbles de todo el mundo. Las otras galardonadas son personas increíbles”. También fueron muy emotivos los discursos”, dice.

Kowaltowski nos platica también sobre su investigación y pertinencia. “Trabajo en el metabolismo en general, no sólo en enfermedades metabólicas. Me gusta entender cómo funciona el metabolismo en condiciones normales y es que éste es esencial para entender cualquier proceso en la vida, porque la vida depende de este sistema, todo ser vivo debe transformar moléculas”.

Agrega que el metabolismo debe estudiarse tanto en la salud como en la enfermedad y que los cambios metabólicos están involucrados en muchas enfermedades diferentes. “El campo ha crecido mucho desde que empecé a investigar, comencé a estudiar el metabolismo a principios de los 90 y hemos aprendido mucho, con muchas y mejores formas de controlar las enfermedades”. Ella es entusiasta con las nuevas investigaciones que vienen y que son dirigidas por mujeres. Sobre su investigación en las mitocondrias explica que son la parte de la célula que transforma las moléculas en moléculas que contienen energía y que el resto de la célula puede usar. “Me gusta llamarlas 'las baterías de celda' porque las reacciones químicas que tienen las baterías son bastante similares a las reacciones químicas que tienen las mitocondrias. Hay reacciones de transferencia de electrones y las mitocondrias al igual que las baterías, tienen un lado negativo y también un lado positivo, por lo que son bastante similares a las baterías y son el lugar en el que descomponemos la mayoría de nuestros nutrientes. Entonces los carbohidratos, las proteínas y las grasas, todos se descomponen dentro de las mitocondrias, dando energía al resto de las células para que puedan funcionar”.

Concluye que hemos aprendido mucho en los últimos años y seguiremos aprendiendo. “Al entender cómo funciona el metabolismo hemos aprendido aspectos de cómo se desarrolla la obesidad, cómo cambia el metabolismo y cómo esto nos hace más propensos a diferentes enfermedades relacionadas con la obesidad y cuándo encontramos estos nuevos procesos moleculares, cuando encuentras las moléculas involucradas en estos procesos, entonces se pueden desarrollar nuevos tratamientos y de eso se trata la ciencia básica, de comprender cómo funciona nuestro universo para que podamos cambiarlo y mejorarlo”.

Respecto del premio que le han conferido, asegura que es muy grato ser reconocida, “quiere decir que sabes y que tu trabajo vale la pena”, aún así comparte que no debería ser un premio solo para una persona, porque el premio viene a su nombre, “pero la verdad es que cualquier ciencia la han hecho muchas personas juntas. Así que creo que este es más mi premio de laboratorio que cualquier otra cosa, de todos esos jóvenes científicos realmente fantásticos que trabajaron en mi laboratorio y desarrollaron todas las muestras, esto es para ellos, no solo es mío”.

Trabajo científico heroico en AL
Como mensaje final comparte que todo el mundo podría ser científico “y creo que nos beneficiaría tener científicos de diferentes tamaños, formas y colores, porque todo el que piense diferente contribuiría a mejores hallazgos. Si una persona tiene curiosidad, si cree que la ciencia es divertida, si está entusiasmado con un campo de la ciencia, háganlo, busquen un excelente tutor, trabajen en su laboratorio y aprendan”.

Confirma que la ciencia es un trabajo muy gratificante y divertido, que te permite conocer a personas de todo el mundo, de diferentes orígenes e ideas, pero el apoyo a la ciencia debería aumentar en regiones como Latinoamérica. “Pienso que los científicos de América Latina son más heroicos que otros científicos. A veces pienso que la gente del norte global no tiene idea de cómo trabajamos. No saben que nuestros edificios se están cayendo a pedazos, que no tenemos personal que nos apoye, que nos recortan la financiación, tenemos muchos altibajos, pero aunque es más difícil, podemos hacerlo y realmente creo que tenemos que seguir adelante porque no habrá desarrollo si no tenemos nuestra propia ciencia”.

EL ECONOMISTA

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