No te deshagas de la bola de desodorante roll-on: el secreto que todos copian que te salvará fuera de casa

Moda y Belleza18 de junio de 2024Yerandi SantanaYerandi Santana
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Con la llegada del verano, es momento de dejar atrás los zapatos cerrados y lucir las esperadas sandalias. Aunque este cambio de calzado siempre apetece, las zapatillas veraniegas pueden provocarnos rozaduras que harán que se nos quiten las ganas de llevarlas o que recurramos a envolvernos los pies con tiritas o esparadrapos para evitar el dolor.

Muchas sandalias provocan ampollas, rozaduras y heridas, sobre todo los primeros días de usarlas después del invierno o cuando son nuevas. Es por ello por lo que algunas veces tenemos que optar por dejarlas arrinconadas en un lugar de nuestra habitación, porque no conseguimos que dejen de doler.

EL PERIODICO

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