La princesa Ana es el icono de estilo inesperado de los Juegos Olímpicos 2024

Ella está hecha de otra pasta, y no solo lo demostró cuando no se dejó secuestrar hace justo medio siglo. La princesa Ana, hija de la difunta Isabel II, es una rara avis que nada a contracorriente del resto de la familia real británica también en cuestiones de estilo. Suele vestir de riguroso traje de chaqueta, pero a través de sus complementos ha captado la atención de la generación Z. En especial sus gafas de sol, que son una nota disonante en ese guardarropa serio y protocolario de una persona con su posición.

En TikTok pueden encontrarse varios vídeos que se hacen eco de los estilismos que ha lucido en los Juegos Olímpicos de 2024, donde se ha erigido como la it-girl más inesperada. Al comienzo del evento pudimos ver a la princesa luciendo unos pantalones negros y una blusa azul, combinada con unas zapatillas deportivas, un bucket hat y las mismas gafas. Viendo a Snoop Dogg vestido de jinete junto a Martha Stewart, las redes sociales no tardaron en comentar que se parecía que se hubieran intercambiado (estilísticamente hablando) los papeles. En otras jornadas de las Olimpiadas, la hermana de Carlos III ha asistido a diferentes competiciones con un traje de chaqueta y pantalón, bien azul marino, o en color beige, con camisa y fular colorido al cuello. En los pies no faltaron unos náuticos clásicos que nada tendrían que envidiar a los de la primavera-verano 2024 de Miu Miu.

Sus gafas de ciclista de Adidas son las que se convierten en el complemento protagonista de todos sus estilismos. Es normal ver tanto a la princesa Ana en esta cita Olímpica: ella misma compitió en la modalidad de equitación en 1976, y es presidenta honoraria de la Asociación Olímpica Británica. Este estrecho vínculo se convierte en unas cuantas décadas de participación y asistencia en eventos deportivos, donde siempre se ha mantenido fiel a estas gafas de sol futuristas que firmas como Balenciaga ya hicieron suyas.