En la naturaleza, los animales llevan vidas muy distintas que cuando conviven con los humanos. Muchos de ellos serían cazadores, como los gatos, que no dudan en dejar esa faceta para los juegos (o las necesidades) y disfrutar igualmente de las latitas que sus humanos emplean para alimentarles. Tampoco la vida de los caballos es igual cuando viven libres que cuando lo hacen bajo el amparo de los humanos.
Una de las cosas que más llama la atención es que los caballos salvajes no usan herraduras y eso no parece impedirles correr libres entre los árboles o en las llanuras, sin embargo, aquellos que conviven con el hombre, son herrados, algo que se hace con una finalidad muy concreta, aunque no siempre ha sido así y no todos los caballos necesitan llevarlas siempre y cuando se mantengan los cascos en condiciones óptimas.
Por qué los caballos necesitan herraduras
En general, es necesario que lleven herraduras aquellos caballos que viven en cautividad porque cambiamos sus costumbres y su forma de hacer las cosas. Es raro que los caballos que viven en libertad corran durante largos periodos de tiempo, lo más frecuente es que solo lo hagan para huir de un peligro, la mayor parte del tiempo trotan al paso para desplazarse mientras buscan alimento.
Cuando añadimos el peso de un jinete, modificamos el centro de gravedad de los caballos, lo que hace que sus cascos se desgasten de una forma diferente a cómo sucedería sin cargar peso extra. Las herraduras evitan que se desgasten las zonas de los cascos que no están creadas para ese desgaste, además de otras ventajas para el animal, como evitar que ciertas lesiones se produzcan o ayudar a que otras sanen.
Con las herraduras se produce una mayor resistencia al desgaste de los cascos del animal, sobre todo si en lugar de caminar por caminos de césped y blandos lo hacen por terrenos duros, rocosos o incluso de cemento y asfalto.
Estas ventajas se producen siempre y cuando se haga el mantenimiento adecuado a las herraduras, es decir, se limpien de manera adecuada y se respete la frecuencia de recorte del casco y sustitución de las herraduras, de otro modo pueden ser un problema para el caballo. Muchas personas optan por no poner herraduras a sus caballos, salvo en los casos en los que es estrictamente necesario, pero en esas ocasiones también es importante mantener el cuidado de los cascos, realizando los recortes necesarios.
Para el bienestar del caballo, es importante que las herraduras estén bien ajustadas y sean del tamaño adecuado, porque si bien ponerlas y quitarlas no es doloroso para ellos (los cascos no tienen terminaciones nerviosas), si no son las herraduras adecuadas pueden causarles dolores e incluso cojera.
Algunos usuarios optan por intentar que el caballo recupere su sensibilidad natural retirando las herraduras, pero esto es un trabajo arduo, que pueden alargarse bastante en el tiempo hasta que el animal recupera la estructura y dureza original de sus cascos. Convertir un caballo herrado en uno desherrado es un proceso largo y que requiere la supervisión de profesionales y no evita que sea necesario seguir cuidando los cascos del caballo.
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