Jeong-Won y su hija van de camino al aeropuerto cuando una espesa niebla provoca una serie de accidentes en cadena en el puente en el que se encuentran. Padre e hija quedan atrapados en medio del caos junto a otros supervivientes... y a una manada de perros con muy malas intenciones.
La premisa de 'Project Silence' es irresistible, no tanto el resultado final. La principal razón la encontramos tanto en su falta de ambición como en su falta de valentía. El director Kim Tae-gon se conforma con hacer una película apañada y resultona que, sin embargo, nunca escapa ni amenaza siquiera con escapar de los márgenes de lo conveniente, lo tópico, lo seguro y, sobre todo, lo comercial.
De esta manera su desarrollo, por más que sea siempre entretenido, se puede decir que no llega ni a sorprender ni a impactar. Y es una lástima porque por momentos la película sí da muestras de su potencial, siendo instantes fugaces que tal vez sirvan para alimentar nuestra imaginación pero que, sin embargo, no acaban de cuajar en una experiencia cinematográfica que resulte memorable.
Distraída, pero no memorable.