Crecen las denuncias por abusos en centro de detención migratoria en EE.UU.

Internacionales25/04/2025Celia SantanaCelia Santana
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El centro de detención Krome en Miami, uno de los más antiguos de Estados Unidos, enfrenta una grave crisis humanitaria con hacinamiento extremo, muertes de detenidos, y un aumento de las denuncias por negligencia médica, condiciones insalubres y trato inhumano, tras el relanzamiento de la política migratoria del presidente Donald Trump.

Krome, con capacidad oficial para 600 personas, alojaba a 1.700 detenidos al cierre de marzo, según mensajes internos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Empleados describen un ambiente de temor a represalias, hacinamiento en celdas sin ventanas, falta de acceso a duchas o atención médica, y alimentación limitada a un sándwich diario.

En un video viral con más de 4 millones de reproducciones en TikTok, el inmigrante Osiris Vázquez denunció estar “prácticamente secuestrado” y relató condiciones de encierro junto a 80 hombres en una misma celda durante dos semanas, sin acceso a luz natural ni asistencia sanitaria. Tras ser deportado a México, fue hospitalizado por una infección respiratoria que atribuye a su detención.

La situación ha empeorado desde que Trump ordenó arrestos masivos, sin ampliar la infraestructura. ICE busca ampliar su capacidad a 100.000 camas y evalúa usar bases militares, pese a que esto desafía leyes que prohíben el uso del ejército en funciones civiles. Actualmente, las detenciones superan las 48.000 personas, un aumento del 21 % desde el final del mandato de Joe Biden.

En Krome, las condiciones han derivado en la muerte de tres detenidos desde enero, incluido Maksym Chernyak, un ucraniano de 44 años que fue hospitalizado con síntomas severos y falleció sin haber recibido medicamentos para su presión arterial. Su esposa aseguró que no pudo comunicarse con el personal por falta de intérpretes. “Si no lo hubieran puesto en Krome, estaría vivo”, declaró.

Mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) cerró tres oficinas de supervisión y suspendió a 100 empleados de la Oficina del Defensor de Inmigrantes Detenidos (OIDO), organismo creado para investigar abusos en centros como Krome. En lo que va del año, se han registrado más de 2.000 quejas formales de detenidos.

En protesta, cientos de manifestantes exigieron el cierre de Krome, portando carteles que decían “Gulag estadounidense” y “Los inmigrantes hacen grande a EE.UU.”. La alcaldesa de Miami, Daniella Levine Cava, solicitó acceso a las instalaciones, mientras 49 congresistas demócratas han pedido respuestas sobre el manejo del hacinamiento y los abusos sistemáticos.

Abogados advierten que la mejora temporal de condiciones en Krome podría significar el traslado del problema a otras instalaciones. En el Centro de Detención Federal de Miami, a solo 32 km, hubo recientemente un levantamiento de detenidos, lo que evidencia el colapso del sistema.

Pese al incremento en detenciones, las deportaciones siguen por debajo de los niveles registrados al final del gobierno de Biden, lo que agrava la saturación en centros de detención. Al mismo tiempo, empresas privadas que gestionan estos espacios han visto aumentar sus ganancias, mientras continúa la escasez de personal. Para muchos expertos y defensores de derechos humanos, este panorama es una “receta para el desastre”.

AP

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