Tanager-1, vigilar desde el espacio las emisiones terrestres de gases con efecto invernadero

Ciencia y Tecnología22 de agosto de 2024Yerandi SantanaYerandi Santana
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Ya está en órbita a la Tierra el satélite Tanager-1 y pronto entrará en servicio activo, con la misión de cartografiar hasta el nivel de fuentes individuales las emisiones de gases con efecto invernadero en todo el mundo. El metano y el dióxido de carbono son los gases con efecto invernadero que más contribuyen al calentamiento global. Aproximadamente la mitad de las emisiones mundiales de metano proceden de actividades humanas, principalmente del uso de combustibles fósiles, la agricultura y la gestión de residuos. En cuanto al dióxido de carbono, en la actualidad hay un 50% más de este gas en la atmósfera que en 1750, un aumento debido en gran parte a la extracción y quema de carbón, petróleo y metano.

Tanager-1 es el primer satélite de la Carbon Mapper Coalition, una organización sin ánimo de lucro. Dos de los integrantes de esta coalición son Planet Labs PBC, que construyó el Tanager-1, y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, que fabricó el instrumento principal para el satélite, un sofisticado espectrómetro capaz de captar con sumo detalle las emisiones de gases con efecto invernadero.

 Tras su lanzamiento al espacio el 16 de agosto pasado, se inició una serie rutinaria de comprobaciones, al término de la cual el Tanager-1 iniciará su misión propiamente dicha.

 El satélite utilizará su espectrómetro avanzado para medir las emisiones puntuales de metano y dióxido de carbono, hasta el nivel de instalaciones industriales individuales, a escala mundial.

 Una vez en funcionamiento, la nave escaneará diariamente unos 130.000 kilómetros cuadrados de superficie terrestre. Los científicos de Carbon Mapper analizarán los datos de Tanager-1 para identificar penachos de gas con las características espectrales únicas del metano y del dióxido de carbono, y localizar sus fuentes. Los datos de los penachos se publicarán en el portal de datos Carbon Mapper, accesible por internet.

El espectrómetro del satélite mide cientos de longitudes de onda de la luz que refleja la superficie de la Tierra. Los distintos compuestos de la atmósfera del planeta, incluidos el metano y el dióxido de carbono, absorben diferentes longitudes de onda de la luz, dejando “huellas” espectrales que el espectrómetro puede identificar. Estas huellas infrarrojas pueden permitir a los investigadores localizar y cuantificar las emisiones más profusas de gases con efecto invernadero. Esto ayudará a mitigarlas.

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