El miedo jugó un importante papel en el crecimiento de la población prehistórica europea
Curiosidades28/08/2024Prensa TNIEl crecimiento de la población humana no ha sido uniforme desde el final de la última Edad de Hielo, marcado por períodos de rápida expansión seguidos de pronunciados descensos. Las razones detrás de estas fluctuaciones no se entienden más que parcialmente aún hoy en día. Las investigaciones de los científicos del Complexity Science Hub (CSH) Peter Turchin, Daniel Kondor y un equipo internacional de colaboradores han demostrado que los conflictos sociales, en lugar de los factores ambientales (o además de ellos), podrían haber influido significativamente en estos patrones. Ahora, añaden otra pieza al rompecabezas.
Las guerras y los conflictos no sólo causan víctimas directas, sino que también crean una atmósfera de angustia y miedo. Este miedo, al afectar a dónde y cómo se establece la gente, podría haber influido sustancialmente en la evolución de la población prehistórica en Europa, como demuestra un estudio publicado en el Journal of the Royal Society Interface.
“A nivel mundial, los científicos han estudiado y debatido ampliamente la presencia y el papel de los conflictos en la prehistoria. Sin embargo, estimar sus efectos, como los que afectan a las cifras de población, sigue siendo difícil”, explica Daniel Kondor, del CSH. “Esto es aún más complicado por los posibles efectos indirectos, como las personas que, por miedo, abandonan sus hogares o evitan determinadas zonas”.
Según los resultados del estudio, estos efectos indirectos del conflicto podrían haber causado fluctuaciones significativas y a largo plazo de la población en determinadas sociedades, como en la Europa neolítica (entre el 7000 y el 3000 a. C. aproximadamente). “Nuestro modelo muestra que el miedo al conflicto provocó descensos de la población en zonas potencialmente peligrosas. Como resultado, la gente se concentró en lugares más seguros, como las cimas de las colinas, donde la superpoblación podía provocar una mayor mortalidad y una menor fertilidad”, explica Kondor.
La amenaza actual impediría la colonización de gran parte de las tierras restantes. El coautor Detlef Gronenborn, del Centro Leibniz de Arqueología (LEIZA) en Maguncia, Alemania, añade: “Los resultados de los estudios de simulación coinciden muy bien con la evidencia empírica del trabajo de campo arqueológico, como por ejemplo el yacimiento neolítico tardío de Kapellenberg cerca de Frankfurt, que data de alrededor del 3700 a. C. Como allí, tenemos muchos ejemplos de un abandono temporal de tierras agrícolas abiertas, asociado con una retirada de grupos a lugares bien defendibles e inversiones considerables en sistemas de defensa a gran escala como murallas, empalizadas y fosos”.
"Esta concentración en lugares específicos, a menudo bien defendidos, podría haber dado lugar a una creciente disparidad en la riqueza"
“Esta concentración de personas en lugares específicos, a menudo bien defendidos, podría haber dado lugar a una creciente disparidad en la riqueza y a estructuras políticas que justificaban estas diferencias”, añade Peter Turchin, de CSH. “De ese modo, los efectos indirectos del conflicto también podrían haber desempeñado un papel crucial en el surgimiento de unidades políticas más grandes y el surgimiento de los primeros estados”.
Ciencia y arqueología
Para simular la dinámica de la población en la Europa neolítica, los investigadores desarrollaron un modelo hecho por ordenador. Para probarlo,, utilizaron una base de datos de yacimientos arqueológicos y analizaron el número de mediciones de edad por radiocarbono de varios lugares y períodos de tiempo, bajo el supuesto de que esto refleja la escala de las actividades humanas y, por lo tanto, en última instancia, las cifras de población. "Esto nos permite examinar las amplitudes y escalas temporales típicas del crecimiento y la disminución de la población en toda Europa", explica Kondor. "Nuestro objetivo era que nuestra simulación reflejara estos patrones".
El modelo podría ayudar a interpretar evidencias arqueológicas, como signos de superpoblación o patrones de uso de la tierra
En el futuro, el modelo podría ayudar a interpretar evidencias arqueológicas, como signos de superpoblación o patrones de uso de la tierra, que a su vez pueden proporcionar el contexto y los datos necesarios para seguir perfeccionando el modelado. Este es un ejemplo típico de colaboración interdisciplinaria que CSH pretende fomentar.
“Usando métodos de ciencia de la complejidad, desarrollamos modelos matemáticos para analizar el ascenso y la caída de sociedades complejas e identificar factores comunes”, explica Turchin. Esto implica recopilar grandes cantidades de datos históricos, gestionados en bases de datos especializadas como el Seshat Global History Databank. “Para obtener la imagen más completa posible, la colaboración directa con los arqueólogos es inmensamente importante. Este estudio es un gran ejemplo del potencial que puede tener esa colaboración interdisciplinaria”, enfatiza Kondor.
EL CONFIDENCIAL