Los accidentes de tráfico son una de las principales causas de lesiones y muertes en el mundo. Aunque de que la seguridad vial ha avanzado mucho, las estadísticas muestran que las mujeres sufren más lesiones en accidentes de tráfico en comparación con los hombres.
Sin embargo, llevando un análisis de siniestralidad se observa que tan solo 2 de cada 10 víctimas son mujeres. Hay diversas teorías para este fenómeno. Una de ellas es que los hombres pasan más tiempo en la carretera por lo que hay más probabilidad de accidente, tal y como se puede interpretar de diversos estudios. También se sostiene que el hombre, tiene más probabilidad de cometer infracciones como saltarse los límites de velocidad y de alcohol, mientras que la mujer puede distraerse con mayor facilidad.
Por otro lado, un informe para la DGT afirma que las mujeres utilizan más el cinturón de seguridad que los hombres, de hecho, más del 90% de las víctimas, tanto hospitalizadas como las mortales, lo usaba. En los hombres superaba por poco el 80%.
Pero estas precauciones a la hora de conducir no le garantiza a la mujer unas consecuencias más leves tras un accidente de tráfico. Uno de los motivos son los vehículos. El informe Autonomous vehicles through gender perspective glasses, elaborado por el Instituto de Biomecánica de Valencia revela que una mujer tiene un 47% más de posibilidades de sufrir lesiones graves que un hombre, un 71% más de sufrir lesiones moderadas y un 17% más de morir si su coche está implicado en un siniestro grave.
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Los sistemas de seguridad no se diseñaron para mujeres
Estas diferencias se deben a que no se han tenido en cuenta las necesidades distintas en términos de seguridad. La dificultad de no llegar adecuadamente a los pedales que sufren muchas mujeres, por lo que tienen que acercarse demasiado al volante, haciendo que aumente significativamente la probabilidad de sufrir lesiones graves en el tórax, cara y cuello cuando se activa el airbag.
Por otro lado, el diseño del cinturón de seguridad hace que se produzca el efecto conocido como “efecto submarino” de las conductoras. Lo que hace que se deslicen hacia abajo en el asiento durante una colisión. Esto puede provocar lesiones internas graves debido a la presión ejercida por la banda inferior del cinturón sobre el vientre. El diseño del cinturón tampoco tiene en cuenta las diferencias anatómicas del pecho femenino ni proporciona una protección adecuada para los hombros.
Otro aspecto que ha revelado este estudio es que, tradicionalmente, el cuerpo femenino no ha sido considerado en los crash test. Los muñecos que se utilizan para las pruebas de seguridad de los coches antes de ser lanzados al mercado han sido, hasta hace unos años, masculinos. En los últimos años, sí que se han creado dummies femeninos que se han ido sumando, muy poco a poco, a estas pruebas. Aunque estos muñecos se empleaban en un principio en el asiento del copiloto y no en el del conductor. De todos modos, los muñecos no eran fieles a la realidad, lo que habían hecho era reducir el tamaño y peso del dummie masculino, pero no tenían en cuenta diferencias anatómicas.